HUMOR LOGRADO EN EL TEATRO

¿En serio irías vestido de payaso a una dirección desconocida sólo porque te llegó un telegrama para retirar un millón de pesos? Pues, los personajes de la ópera prima de Mariana Bustiniza están dispuestos a eso y mucho más.

Cinco amistosos payasos, en otras vidas empleados de construcción, secretarias y otras labores, van desenmascarando un mundo que roza la ternura e inocencia con reflexiones acerca de los vacíos y misterios que surcan en la cotidianeidad.

En otras palabras, “una comedia casi humana”, tal como define la propia Bustinza. Ariana, Carmen, Diego, Laura y Luciano aguardan una respuesta pronto, la ansiedad de recibir la millonaria alegría los desborda. En la sala de espera se suceden, mientras tanto, idas y vueltas en el tiempo, visuales, musicales, hasta llegar al infinito punto azul.

Como siempre, una llegada supone un final. Por eso, el camino hacia lo desconocido se enfrenta mejor con carcajadas e impecables intervenciones de los cinco disfrazados.

Explorar sus mundos a través de remates de ternura e ingenuidad contagia una sensación naíf, pero a la vez lúdica y -desde algún lugar- conecta con las cosas que en la infancia nos hacían reír.

Un humor logrado con este material, dos veces bueno.



Mirá la crítica en:
http://www.periodicotribuna.com.ar/6615-infinito-punto-azul.html

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